LA ILUSIÓN DE LOS DEMONIOS

LA CAMPANA EN LA GRAVIDEZ DE RESONANCIAS HUECAS,
ACOMPASADAS,
LENTAS DE PURPURA OQUEDAD,
LLAMAN,
EN ECOS FATALES DE LA IRREMEDIABLE RESIGNACIÓN;

APARTAR EL DOLOR
LA ANGUSTIA DE LA INEXISTENCIA,
PARA ILUSIONAR LA ORACIÓN CLAMANDO ETERNIDAD,
A LA SIMPLICIDAD DEL UNIVERSO
SOBREPONIENDO EL PÁNICO EN EL ECO DEL AULLIDO DE LOS LOBOS
HAMBRIENTOS DE CARNE Y HUESOS
PARA SUBSISTIR EN SU INCONSCIENTE AFÁN DE SOBREVIVENCIA…
NOS ATERRORIZA SIN PIEDAD

LA MENTIRA,
LOS DEMONIOS SEMBRADOS EN LAS ENTRAÑAS….


EN LOS MONTES DE TIERRA SECA,
DE ASPEREZA ACRIBILLADA POR LA AUSENCIA DEL AGUA
FRESCA DE LA MISERICORDIA,
DE VIENTOS,
LLUVIA CELESTIAL DE INDESCRIPTIBLE SONORIDAD,

PUREZA

CABALGAN LOS CORCELES DESOLLADOS DE LA ANGUSTIA.
LAS MOSCAS SIEMBRAN GUSANOS EN EL CADAVER PESTILENTE DE LO QUE FUE,
MIRADA LUMINOSA,
TRANSPARENCIA MILAGROSA DEL ANIMO EMOTIVO
SIEMPRE SIN PODER DECIR
TANTO COMO LA CONMOCIÓN DEL ENCUENTRO VIVO,
DESNUDO,
EN EL DESACADO PERTURBIO DE LA VERDAD
DEL SENTIR HERMANADO POR UN MISMO VIENTRE.

CABALLOS DE FUEGO IRRUPIENDO LOS CRISTALES,
ESPEJOS,
DE LAS LOZAS SE ABREN CAMINO CANTANDO DESDE EL FONDO OSCURO
DEL HORIZONTE

LA HERÓICA SINFONIA DE LA ESPERANZA,
EL CABALLERO SE DESPOJA DE SUS ARMAS,
DE SU ARMADURA.

FRANCISCO SE DESNUDA EN LA PLAZA DE SU ROPAJE DE SEDAS,
FINÍSIMO ROPAJE,
PARA CUBRIR LA FRAGILIDAD DE SU CUERPO
CAMINO A LA TRANSFORMACIÓN DE SU ESTRUCTURA,
EN ESTRELLAS DE MAR
Y CUBRE SU CUERPO CON HARAPOS DE LEGITIMIDAD HUMANA
SU MIRAR HA CAMBIADO LO APERENTE,
POR LA FRESCURA EMANADA DE LA NATURALEZA
-VERDADERA CASA- HOGAR DE SUS PASIONES.

JORGE HA MUERTO
PARA RENACER ENTRE LAS FLORES.


© Federico de Tavira.